Muhammad Yunus tiene claro que la pobreza será historia y que nuestros hijos sólo la conocerán en museos. “Ese día -dice Yunus- seremos nosotros los culpables ante los ojos de nuestros hijos y nietos, quienes visitarán ese museo de la pobreza y se preguntarán por qué permitimos que eso sucediera.”
Muhammad Yunus recibió en 2006 el Nobel de la Paz “por sus esfuerzos para incentivar el desarrollo social y económico desde abajo“. Algunos críticos dijeron en su momento que, más que el Nobel de la Paz, debían haberle dado el Nobel de Economía, por haber demostrado que eran posibles nuevos modelos de financiación. Fundador del Grameen Bank, institución con la que comparte el premio Nobel, ha sido el máximo desarrollador de los microcréditos. Según Yunus, la clave del éxito del Grameen Bank está en haber abandonado la visión de pájaro habitual en la banca tradicional para adoptar una visión de gusano.
Conviviendo con los campesinos de la región de Jobra (Bangladesh), Yunus se dio cuenta que la pobreza se perpetuaba porque dejaba a los pobres fuera de la economía. Los bancos tradicionales no concedían préstamos a aquellos que no pudiesen ofrecer garantías, y ello generaba un círculo vicioso de pobreza.
Yunus creó el concepto del microcrédito el día que decidió ayudar a unos cuantos campesinos que vivían cerca de la Universidad de Chittagong y que, tras una gran hambruna que asoló el país en 1974, estaban pasando por graves dificultades. Elaboró una lista de 42 personas seriamente endeudadas que, en total, debían menos de 27 dólares. Cada uno de ellos recibió la cantidad que adeudaba sin otra condición que la de concentrarse en su trabajo y la de devolver el dinero cuando pudiera.
AUTOR:. JÉSSICA MARIAN LARIO